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Aracne: La tejedora de Lidia

  • lengualiteratura00
  • 25 ene 2023
  • 4 Min. de lectura

Una de las acciones que solían (y suelen) enseñarnos nuestros familiares cuando somos chicos, es a tejer. Hay diferentes formas de tejido: a crochet, a dos agujas, en un telar... Esta historia se remonta a siglos atrás, a la región de Lidia, donde vivía Aracne. Ella era hija de un famoso tintorero y conocida por su magnífica forma de tejer. Maneja de manera perfecta su telar y con maravilloso arte usaba la aguja para bordar dibujos en sus telas. Atenea, al oír y ver el trabajo de Aracne, inspiró a los hombres a decir que esta humilde doncella debía poseer su habilidad. Pero Aracne no quería deber su talento a nadie más que a sí misma. De hecho, llegó a responderle a la diosa de la siguiente manera:


"¡Palas!-gritó moviendo la cabeza-. No hay nadie en el cielo o en la tierra con quien tema competir. ¡Dejad que Palas venga, si lo hace probaré mi mano contra la suya!"*


A pesar del consejo que Atenea, disfrazada de anciana, le dio a la joven acerca de que no provoque a la diosa, Aracne no cedió ante dicho mensaje y continuó provocando su ira para que bajara a la tierra a competir en el telar. Atenea no perdió el tiempo y, en pocos minutos, comenzó el enfrentamiento.

Para su diseño, Palas Atenea eligió a los dioses alineados en la Acrópolis en Atenas, mientras que Aracne había resaltado en su tela, historias que proyectaban vergüenza o irrisión de los dioses: Zeus y sus hermanos aparecían cortejando a los mortales en forma indigna, Dionisio jugando con sus travesuras de borracho, etcétera. Estas escenas estaban trabajadas con tan maravilloso arte que, cuando Atenea fue a examinarlas, enfureció. Agarró la tela, la rompió en pedazos y dio fuertes golpes a Aracne. La joven no soportó dicha humillación, por lo que escapó corriendo y se ahorcó.




No conforme con esto, Atenea tejió un hechizo alrededor del cuerpo de Aracne, provocando que sus rasgos humanos desaparecieran: se le cayó el pelo, sus miembros se encogieron y se transformó, finalmente, en un araña. De esta manera, la joven fue condenada por la diosa a tejer por el resto de sus días, como si su castigo fuese una burla a la habilidad que había movido la envidia del olimpo.

Es interesante observar que en este mito prevalece la clasificación de lo moral y lo etiológico. El primero porque, claro está, antiguamente se creía que el mortal merecía el castigo divino si ofendía a los dioses y que, además, toda habilidad que este tuviera, era un regalo de ellos y por eso, debía ser reconocido. Sin importar lo que el ser humano hiciera, si eso causaba la ira de algún dios, era castigado de la peor forma posible. Aracne poseía una gran habilidad para el tejido y, al no querer aceptar lo que social y religiosamente estaba impuesto, terminó convertida en un arácnido.

Por otro lado, podemos señalar que esta historia presenta un mito etiológico porque, antiguamente se creía que el origen de los arácnidos (las arañas), provenía del castigo que Atenea le había dado a Aracne. En otras palabras, se la consideraba a esta joven de Lidia, como la "madre" de estos animales invertebrados.

Recordemos que lo que hoy conocemos como mitos, eran historias antiguas, transmitidas a través de la oralidad y que daban respuestas a interrogantes que los mortales tenían en su momento. Por eso, se dice que el mito tiene una relación directa con lo religioso ya que en él es común encontrarnos con la presencia de algún o algunos dioses, además de héroes. No olvidemos que los mitos dejaban ciertos mensajes, podríamos decir morales, a los pueblos y los guiaban a llevar un estilo de vida determinado; ya que el objetivo de estas historias era organizar a la sociedad de ese entonces.

Por último, podemos pensar nuevamente en el papel de la mujer en la mitología. Si recordamos otras historias, vemos que fue la mujer quien recibió severos castigos sin haber cometido "un pecado grave" ante los dioses. Aracne, en este caso, tenía su habilidad. ¿Quién de nosotros no posee alguna cualidad mejor que otra? La joven lidiana, por negarse a hacer algo que una diosa le ordenaba, fue condenada de por vida; al igual que otros personajes femeninos, tales como Medusa, quien al intentar protegerse en el templo de Atenea para evitar ser abusada por Poseidón, fue convertida por esta diosa en un ser monstruoso, con cabellos de víboras y la capacidad de convertir en piedra a quien la mirase fijamente a los ojos. Así también Perséfone, a quien Poseidón se encargó de que quedara embarazada del Minotauro como forma de castigo al rey Minos; Penélope, quien tuvo que soportar el acoso de sus pretendientes durante años, mientras esperaba a Ulises y pensaba estrategias para dilatar la decisión que tanto anhelaban estos hombres (Sabemos que una de esas estrategias era tejer de día el sudario y destejerlo por la noche); Helena, quien para muchos fue considerada la culpable de la guerra de Troya, por haberse enamorado de Paris y haber escapado con él hacia esa ciudad. Y así podemos seguir nombrando a un sinfín de mujeres que, dentro de la mitología han sufrido por causas no merecedoras. Esto último será tema de análisis para un próximo blog.

¿Qué opinión tenes respecto a la historia de Aracne? ¿Conocías este mito? ¡Me encantará leerte!




*Cita extraída del libro Mitología Clásica, de A.R. Hope Moncrieff.

 
 
 

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