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Entre yelmos, moros y doncellas

  • lengualiteratura00
  • 9 ene 2023
  • 4 Min. de lectura

En esta breve nota toca remontarnos, nuevamente, al pasado. Pero esta vez debemos hacer un esfuerzo doble ya que, por un lado, retrocedemos hasta el periodo comprendido entre los siglos XI-XIII, por el otro, cruzaremos el inmenso "charco" del Atlántico para llegar al reino hispano-católico en guerra contra los "viles moros" desde hacía ya tres siglos.


¿Qué lectura paso a reflexionar? El famoso cantar de gesta conocido como "Poema de Mio Cid". Para llevar adelante esta lectura te propongo que lo acompañes de una bella melodía que nace de un laúd Andalusí, abajo te dejo el video para hacer "click" y disfrutar de un bello rato de lectura y música a tono con la temática.



Cabe mencionar que el Poema de Mio Cid nos transporta a una época en que la cristiandad europea se hallaba ante uno de sus máximos desafíos: caída de los sitios sagrados en el Próximo Oriente, Constantinopla resistiendo como muro entre la fe católica occidental y las "hordas malignas del infiel musulmán" y la invasión musulmana desde el siglo VII a la península ibérica. Esta última puso en jaque a los reinos católicos puesto que la amenaza ya no solo estaba en el oriente o en las costas mediterráneas del norte de África: ahora los musulmanes cruzaban por el estrecho e invadían el propio vientre europeo. Y es en ese mundo católico en ebullición y guerra que el Poema de Mio Cid encuentra una forma de plasmar toda una mentalidad, toda una forma de organizar la vida, e incluso la muerte, durante el auge del feudalismo. Cuando pensamos en el Cid no dejamos de pensar en la famosa "Edad Media", en castillos, en guerreros, en campesinos, en nobles, en monjes, doncellas... pero también el Cid nos permite indagar en otras aristas que, a veces, pasan inadvertidas para algunos lectores menos zambullidos en la época medieval. Veamos...


Si bien es cierto, todo el poema nos lleva a reconocer y a resaltar a Rodrigo Díaz de Vivar como un héroe digno de la épica medieval, también es cierto que, entre las páginas que la autoría anónima nos legó, podemos indagar en problemáticas sociales bien marcadas en la sociedad europea medieval. ¿Con cuál me gustaría comenzar? Con la cuestión de los judíos, presente en este interesante y siempre atrapante poema.


¿Sabías que la cristiandad española tuvo tratos despectivos y hostiles hacia los sectores judíos durante la edad media? Esto, sin ahondar en mayores explicaciones teóricas, en parte se justificaba entre la población cristiana debido a que los judíos eran vistos como un pueblo "deicida", es decir: habían traicionado y hecho matar al Mesías, a la divinidad que toda la Europa cristiana adoraba y rezaba. Por ello, llevaban una suerte de mácula social que los diferencia de los "buenos cristianos". Entre algunas de las prácticas oficiadas por la corona hispana se encontraron los "pogromos", expulsión de comunidades enteras de judíos de las tierras bajo poder de la corona católica y la expropiación de sus bienes y riquezas. Las ideas que de ellos circulaban los asociaban con ser personas avaras, ávidas de lucro, secuestradores de infantes, tacaños, buenos comerciantes y estafadores. La marginación a la que muchas veces fueron expuestos queda en evidencia en el Cid, puesto que se menciona que Martín Antolínez fue quien se encargó de buscar a Rachel y Vidas en la "judería" de Burgos. ¿Qué eran las juderías? Los espacios en los cuales los judíos vivían apartados de "la buena sociedad" cristiana. Si bien el Cid los recompensa es a ellos a quienes recurre para engañar con las arcas y solicitar un préstamo... Las ideas de los judíos como personas feas, con nariz ganchuda y grande también provienen y se afianzaron durante toda la época medieval. ¿Sabías de esto? ¿Qué otro aspecto de esto que te menciono encontraste en el poema?


El gran enemigo, en todo el poema, claramente es el "moro", el musulmán que debe ser desterrado para cumplir con la defensa de la fe católica. En este aspecto es que la idea del guerrero heroico hace su aparición constantemente, no importa qué desventajas tenga el Cid, siempre vencerá puesto que cuenta hasta con el apoyo del ángel Gabriel (lo que nos muestra que sus batallas no son meras batallas de rapiña como las hubo por montones en la edad media, sino que su misión es santa, para nada profana). No hay armadura, no hay campo de batalla ni soldado que se resista a la furia y astucia del Cid Campeador. Esto resalta, claro está, la hombría del Cid y todos los valores caballerescos de la época (¿qué sería del Cid sin sus batallas, sin sus estratagemas, sin su lealtad al rey Alfonso ante todo avance y triunfo?... gracioso es pensar que Alonso Quijano, gracias a la pluma del "Manco de Lepanto", añora estos tiempos que el Cid sí pudo vivir y así demostrar su honra, su valor, su fuerza... aspectos que el pobre Quijano continuamente quiere validar en tiempos que ya no se corresponden totalmente con esa sociedad que él tanto añora).Como todo hombre con la mentalidad caballeresca, el Cid protege la honra familiar y esto se puede apreciar, por ejemplo, con la venganza frente a los infantes de Carrión por la "afrenta" cometida al ultrajar a sus hijas en Corpes. ¿Sabes qué significa "afrenta"? Significa ofensa, insulto, por ello la misma debió ser pagada por esos infantes... ¿Recordas qué les hizo el Cid? Te invito a que lo repases y me dejes tu opinión.


Antes de cerrar esta pequeña reflexión sobre los aspectos de la moral caballeresca, del mundo dividido entre cristianos, judíos y moros, el honor y la guerra, quisiera agregar lo siguiente: este es un poema que continuamente puede dejar enseñanzas sobre la lealtad, la amistad, el valor de la palabra (el Cid continuamente cumple sus promesas), la familia y los compañeros. ¿Por qué destaco esto? Porque si bien es un poema que parece hablarnos de hechos lejanos en el tiempo y para un continente lejano, lo cierto es que nos permite reflexionar sobre valores que en pleno siglo XXI parecieran estar en cuestión. No viviremos las épocas en que Tizona y Colada hacían temblar a los reyezuelos moros, pero sí vivimos en una sociedad que puede aprender muchísimo de la vida del Campeador.


Gracias por leerme, te invito a dejar tus pensamientos y reflexiones.



Cid Campeador de Burgos, España.



 
 
 

3件のコメント


florenciamonzon_1994
2023年1月23日

¡Totalmente de acuerdo, Gabriela! Es muy interesante observar esto que estas mencionando. Esa escena permite ver el nivel social de cada personaje y, además, el hecho de que nadie viera cómo se hace un trato con otra cultura, considerada en ese momento como blasfema por no pertenecer al cristianismo.

¡Gracias por responder!

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Gabriela Zanaboni
Gabriela Zanaboni
2023年1月20日

En cuanto a los Judios en " El Mio Cid" me gustaría agregar que tambien queda expuesta su relación social ,en ese momento, cuando leemos q toda esa " transaccion" entre Antolinez y los judios, sucede de noche, que no la hace el mismisimo Cid, sino alguien de menor rango social. Son acciones q dejan entrever q son personajes q no estan al mismo nivel q los demás.

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David Basano
David Basano
2023年1月22日
返信先

Es muy cierto lo que estas mencionando Gabriela. Resulta interesante pensar que este tipo de relación, vínculo, se llevo a cabo bajo el manto oscuro de la noche.

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