Las vestiduras peligrosas: ¿Cuánto de real tiene el cuento de Silvina Ocampo?
- lengualiteratura00
- 5 feb 2023
- 5 Min. de lectura

Silvina Ocampo fue una escritora y poeta argentina. Nació un 28 de julio del año 1903 y falleció el 14 de diciembre de 1993, a causa del Alzheimer que la dejó en cama durante sus últimos años. Unos de los géneros literarios a los que ella dedicó su escritura, fue lo fantástico. Cuentos como "La casa de azúcar", "El vestido de terciopelo", "Cornelia frente al espejo", y muchos otros más, dan cuenta de ello. Además de que el lector observe cómo las características de dicho género se evidencian en los relatos, también es interesante observar la manera en la que la autora pone a lo femenino como primordial en sus obras. Quisiera detenerme en uno de sus cuentos que, recientemente, publiqué en audiolibro a través del canal de YouTube: "Las vestiduras peligrosas". En esta historia, Piluca (o Régula) es la narradora que se encarga de contarnos un poco sobre su vida y cómo conoció a Artemia, su jefa. Si prestamos atención al relato, observaremos que Piluca, en un principio, trabajaba de pantalonera y no de modista. Ella cuenta la experiencia de acoso sexual que tuvo que atravesar a sus veinte años con un cliente al que lo caracteriza como "Asqueroso":
"Perdí mi empleo de pantalonera, porque no tuve paciencia con un cliente asqueroso al que le probé un pantalón. Resulta que el pantalón era largo de tiro y había que prender con alfileres, sobre el cliente, el género que sobraba. Siendo poco delicado para una niña de veinte años manipular el género del pantalón en la entrepierna para poner los alfileres, me puse nerviosa. El bigotudo, porque era un bigotudo, frente al espejo miraba su bragueta y sonreía. Cuando coloqué los alfileres, la primera vez me dijo:
—Tome un poco más, vamos —con aire puerco.
Le obedecí y volvió a decirme con el mismo tono, riéndose:
—Un poco más, niña, ¿no ve que me sobra género?
Mientras hablaba, se le formó una protuberancia que estorbaba el manejo de los alfileres. Entonces, de rabia, agarré la almohadilla y se la tiré por la cara. La patrona no me lo perdonó y me despidió en el acto diciendo que yo era una mal pensada y que la protuberancia se debía al pantalón que estaba mal cortado"
Si bien este cuento fue publicado en la década de los 70´, la problemática social del acoso que muestra esa escena no se aleja de la actualidad, de nuestra realidad. Por desgracia, aún vivimos en una sociedad donde un porcentaje de la población considera "natural", "sensual" (o vaya a saber uno qué será), acosar sexualmente a una persona, en su mayoría, mujeres. Desde abusos físicos hasta verbales, sin contar la larga lista de acciones que entran en la categoría de abuso, están a la orden del día. En la calle, en el trabajo, hasta dentro de la propia familia, suceden estos casos. En lo que sí hubo un cambio de épocas antaño a hoy, es que las mujeres (en su gran mayoría) no nos callamos más; hay siempre una voz que se alza para que la verdad salga a la luz, para enfrentar esos abusos sufridos, ya sea en nuestra infancia como recientes. Si volvemos al cuento de Silvina Ocampo, Piluca, por intentar defenderse como pudo en su trabajo, fue despedida. ¿Qué tan lejos de la realidad está este relato ficcional?
Piluca, buscando trabajo, conoció a la joven Artemia a través del diario. Se conocieron y, al poco tiempo, estaba trabajando para ella de costurera. La propia voz narrativa lo explica:
"Dibujaba, de su idea propia, sus vestidos, ya lo dije, para que yo se los copiara. No crean que esto era fácil. Con un molde, yo cortaba cualquier vestido; pero sacar de un dibujo el vestido, es harina de otro costal. Lloré gotas de sangre. Ahí empezó mi desventura. Los vestidos eran por demás extravagantes. A veces ella misma pintaba las telas, que en general eran livianas y rosadas […]"
Piluca creaba en telas lo que Artemia dibujaba en papel: sus propias prendas de vestir, originales. Observemos que, para la narradora, esas prendas eran "por demás extravagantes". ¿A qué nos referimos con extravagante? ¿Bajo qué lupa visual podemos decir eso? Claro está que la respuesta es totalmente subjetiva y dependerá de lo que cada lector crea al respecto. Para Piluca, la extravagancia era la forma de vestir de su jefa: jumper escotado, vestidos transparentes con los que salía por las noches... Sin embargo, el verdadero problema era lo que ocurría cada mañana, cuando Artemia leía el diario mientras desayunaba y se encontraba con noticias terribles: diferentes casos de mujeres que eran abusadas sexualmente por una patota de jóvenes, en diversas ciudades. Lo más llamativo de esto, es que la propia noticia se encargaba de "explicar" la "razón" por la que la víctima había sido abusada: por cómo esta estaba vestida:
"En Oklahoma, una muchacha salió a la calle con un vestido tan indecente, que la ciudad entera la repudió y un grupo de jóvenes, para ultrajarla, la violó".
(Lo fantástico acá, podríamos decir, es que la víctima llevaba puesta la misma prenda que Artemia se había colocado la noche del estreno. Lo llamo así porque el relato no explica cómo puede ser que otra mujer tenga puesto el mismo jumper, o el mismo vestido que Artemia estrenó la noche del delito).
Artemia terminó por hacerle caso a Piluca, ante el consejo de que saliera vestida con pantalón y camisa. De esa manera, la joven ya no se sentiría "culpable" al día siguiente al leer el diario:
"Aconsejé a la Artemia que se vistiera con pantalón oscuro y camisa de hombre. Una vestimenta sobria, que nadie podía copiarle, porque todas las jóvenes la llevaban.
En mala hora me escuchó. Con suma facilidad y rapidez le hice el pantalón y una camisa a cuadros, que corté y cosí en dos patadas. Verla así, vestida de muchachito, me encantó, porque con esa figurita ¿a quién no le queda bien el pantalón?"
Y sí, en mala hora Artemia escuchó el consejo, porque, como ya sabemos, la siguiente víctima fue ella:
"Ese silencio, esa luz cruel de la mañana, me anunciaron algo horrible que después supe y leí en los diarios:
Una patota de jóvenes amorales violaron a la Artemia a las tres de la mañana en una calle oscura y después la acuchillaron por tramposa".
Cuando leí por primera vez este cuento, me hice varios planteos. Uno de ellos fue preguntarme ¿por qué razón la consideraron "tramposa" a Artemia? ¿Por haberse vestido "de muchachito", como decía Piluca? Llamamos a este cuento "Las vestiduras peligrosas". ¿Realmente el problema es la vestimenta o es ese porcentaje de la sociedad que, al ver a una mujer, la consideran como un objeto/trofeo que quieren tener a cualquier costo? Y, si leemos la forma en la que se presentan los casos de abuso en el cuento, ¿qué ocurre con los medios masivos de comunicación? ¿Quiénes son lo que están detrás de cada noticia? Sin lugar a dudas, todo medio de comunicación es subjetivo, siempre intenta transmitir una ideología respecto a un tema en particular. Observando la obra de Silvina Ocampo, nos damos cuenta cuál es esa ideología de dichas noticias, de esas editoriales y editores que muestran los casos de injusticia al mundo. Y muy alejado de la realidad no está; si hacemos un pequeño análisis del discurso social, nos daremos cuenta la forma en la que muchos medios transmiten sus ideologías a aquellos que lo consumen.
Este relato y otros de Silvina Ocampo son muy interesantes de leer y analizar, bajo diferentes perspectivas, puntos de vista. La escritura de ella, indudablemente, te hace reflexionar sobre problemáticas que, hasta hoy en día, se observan.
¿Qué obra de esta gran autora argentina te gusta más? Te invito a que dejes tu comentario.
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